Cuando creemos que en muchos de nuestros
intercambios, estamos compartiendo las mismas ideas o pensamientos parece que
en realidad estamos compartiendo significado sobre esas ideas o pensamientos,
como producto de nuestras experiencias.
Por ejemplo, para un político que
hable de libertad, quien bien pudo haber estado detenido, no tiene igual
interpretación de lo qué es la libertad de quien nunca ha estado detenido, no
ha visto en riesgo su vida. Para el primero, la libertad es la posibilidad de
satisfacer sus necesidades sin más limitaciones que su responsabilidad. En
tanto que para el segundo la libertad es sensación de libertad.
El niño que dice: “admiro a mi
padre”, mientras otro dice que igual admira al suyo, no necesariamente
comparten el mismo significado. Podrán compartir sus experiencias, pero la
proximidad de las mismas, sólo serán eso proximidad. El motivo de la admiración
del primero es lo materialmente exitoso o destacado deportista que es su padre.
Para el otro la admiración por su padre tiene su fuente en los valiosos
consejos que le ha dado sobre la vida.
En el matrimonio, el piensa a su
esposa como una mujer guapa y de buen carácter y para ella, él es muy
trabajador y respetuoso de sus gustos, entonces el matrimonio es producto de
una buena relación con ella y para ella el matrimonio es la oportunidad para
sentir la protección de él.
Cuando nuestros significados no son
próximos a los de otros se generan los conflictos. Así, si entre la pareja de novios
él piensa que hay que esperar que el trabajo venga hacia él y ella, por el
contrario, plantea que hay que buscarlo, si no existe un punto de encuentro
ante esta situación la pareja puede caer en tensiones y llegar a la ruptura.
Entonces, lo que nos une entre si
son los significados. Lo que significa para mí tu físico, tu voz, tu mirada,
tus ideas, tu manera de caminar, tu manera de reír, de resolver los problemas,
de afrontar las enfermedades, de tratar a la gente, de hacer dinero, de dormir,
de acércate a mí y más situaciones.
Si en más de una de las situaciones de la
vida en pareja nuestros significados no son aceptados, mal interpretados,
incomprendidos, objeto de burla, fuente de violencia, entonces lo nuestro se
acaba.
En otro caso tenemos a un padre que
exige a sus hijos el máximo de trabajo, éstos pueden llegar a pensar que sus
padres los explota, en tanto que él sólo tiene como propósito hacerlos crecer
para que se valgan por si mismos y no pasen
por el trabajo que a él le tocó vivir.
Esa extremada sensibilidad de la que
padecemos muchos es producto… de creer que aquello que escucho sobre mí es tan
cierto como yo lo interpreto, ellos dicen algo distinto a lo que yo pienso o
interpreto, pero yo juro que se refiere a lo mismo que yo pienso. Claro que
ellos disfrutan de mi molestia y se aprovechan de ello cada vez que quieran,
pero simplemente cualquier cosa que ellos digan a si sea falsa, yo la tomaré
como cierta y más si va dirigida hacia mí.
Cuando
yo descubra que mi molestia es producto de unas interpretaciones erróneas sobre
mí entonces ya lo que digan no me molesta. De seguro hay una idea sobre mí que
se creó en algún momento de mi vida que en vez de fortalecerme me ha estado
debilitando desde que se construyó en mí.
Somos seres de significado, pues
ante aquellos estímulos que nos llegan del ambiente y de nosotros mismos les
respondemos con nuestros significados, con aquellos que creamos en un momento
dado. Ante un avance amoroso una joven
tímida lo tomará como una amenaza, porque la concepción sobre sí misma es la de
que se considera una persona sin capacidad para defenderse, como lo era su
madre, su padre o un ser muy cercano a ella.
Por su puesto que hay un sustrato
biofisiológico que nos predispone a cierto tipo de interpretaciones o
significados que solemos hacer sobre la realidad, esto hay que tenerlo claro a
la hora de orientar a las personas a superar sus temores, resolver sus
conflictos
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